viernes, 30 de mayo de 2008

Qué nos cantaban tras el canto
cuando nada era a dos aguas en el cause
único del creer.

Y dónde duerme
el reposado abrazo que abandonamos
junto al hábito de la siesta.

1 comentario:

Marcelo Morillas dijo...

DUERME ES OTROS BRAZOS, SEGURO. PERO DUERME QUIZAS